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3 aspectos esenciales de una organización preparada para el futuro

Los tiempos que corren nos han enseñado que la transformación digital resulta fundamental y prioritaria a la hora de ganar resiliencia, adaptarse rápidamente al cambio permanente en las costumbres de los consumidores y prepararse para el futuro mientras se obtienen mejores resultados en el presente. Las condiciones planteadas por la pandemia no solo aceleraron un proceso que para muchas empresas ya había comenzado, sino que profundizaron de manera inédita cambios en los modelos de negocio, las operaciones y la logística de miles de organizaciones.

Un ejemplo es el auge sin precedentes que experimentaron las ventas en línea en Latinoamérica. El comercio electrónico continúa creciendo e incrementando su participación en las economías regionales: se espera que el valor de ventas minoristas en línea alcance los 105.500 millones de dólares en 2025, un 30% más que en 2021.

Pero lo cierto es que los cambios no se detienen. En momentos en que los desafíos económicos crecen a nivel global y la competencia se incrementa, es necesario abrazar la transformación digital de forma más eficiente, para que se convierta en un proceso continuo y adaptativo. Ese enfoque le dará a los negocios mayor agilidad para generar resultados hoy, al tiempo que nos preparará para los próximos 5 a 10 años.

Hace tiempo que, en Google, venimos investigando y actuando sobre este tema y recientemente hemos llegado a la conclusión de que una organización preparada para el futuro muestra 3 aspectos clave:

 

Cúpula directiva alineada
El proceso continuo de transformación digital que los líderes deberían explorar va más allá de la incorporación puntual de herramientas de marketing digital. Se necesita, a su vez, sumar, desde la alta dirección, a todos los equipos, como los de tecnología, finanzas, marketing y recursos humanos, entre otros: todos ellos deben tener objetivos colectivos.

De hecho, un estudio reciente de Google y BCG demostró que las compañías digitalmente maduras tienen 7 veces más probabilidad de contar con una alta dirección que colabora constantemente para impulsar la transformación digital.

 

 

Apoyo en datos propios y machine learning
La experiencia demuestra que las compañías digitalmente maduras se apoyan en sus propios datos y en las posibilidades que trae el aprendizaje automático. Eso significa que preservan la privacidad de sus usuarios y, al mismo tiempo, generan mejores resultados y crecimiento para su negocio.

Para ello, las empresas deben poner el foco en dos aspectos clave: capacitar a sus equipos en tecnologías digitales (para combinar el aprendizaje automático con datos e insights que solo esos equipos conocen y pueden aportar) y explorar los beneficios de una infraestructura de datos colaborativa, basada en la nube, que les permiten actuar velozmente. Las soluciones automatizadas generan un cambio cultural en las compañías e impulsan un sistema de trabajo más participativo.

 

Mentalidad de prueba y aprendizaje
Adoptar una mentalidad permanente de prueba y aprendizaje implica llevar adelante experimentos, tener una planificación y un presupuesto flexible, así como desarrollar equipos interfuncionales. Solo así se consigue probar y mejorar lo que funciona, y escalar a nivel organizativo.

 

 

Se trata, en definitiva, de salir de nuestra zona de confort. Los líderes que consiguen combinar habilidades como la adaptabilidad, la creatividad y la curiosidad resultan mejor posicionados para desarrollar una cultura de colaboración y responder de manera efectiva al cambio constante.

El liderazgo trae tantos desafíos como oportunidades, por lo que es esencial centrarnos en los clientes, saber cómo evolucionan sus necesidades, para poder empatizar con ellos y seguir construyendo las organizaciones del futuro.